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CH Investiga: Escuela de vida

Estudiantes de La Plata tiene el único colegio exclusivo para jugadores de fútbol. A partir de este 2020 se incorporó ciclos terciarios para que los jugadores que no llegan a primera tenga nuevas oportunidades en la vida.

"El chico que se lleva materias no juega"

Escuela de vida

     La frase es de Sebastián Turner, Director del único colegio exclusivo para futuros jugadores de fútbol en el que se les brinda herramientas para la vida en caso de no cumplir su objetivo soñado. El Colegio Estudiantes de La Plata desarrolla un cambio de paradigma en sus alumnos con educación y contención cumpliendo su rol social.

     Sólo uno de cada cien chicos que quieren ser jugadores de fútbol llega a primera y el 80% de ellos abandonan la Escuela secundaria despojados de herramientas para afrontar la vida en caso de quedar libres del club. El club platense les exige, antes de ser citados a jugar el fin de semana, que presenten sus estudios aprobados.

     En ese sentido traza un ejemplo social: “Somos nosotros los que tenemos la responsabilidad de garantizarle la educación, es su derecho” afirma Sebastián Turner luego de preguntarse en voz alta: “¿Quién se ocupa de su educación si son chicos que llegaron del interior del país y la familia está lejos?” en referencia a los adolescentes que se acercaron a la Institución desde distintas provincias confiados por sus padres, lejos de sus familias y amigos, totalmente desarraigados con el sueño de ser jugadores de fútbol.

     Habitualmente ocurre que un día el técnico les dice que no serán considerados y al día siguiente quedan con su valija en la puerta del club y tienen que escoger entre volver a sus pueblos o quedarse y buscar trabajos temporarios e, incluso, ingresar en una búsqueda de identidad sin la ayuda y contención familiar. Este colegio plantea una metodología en la que los alumnos-jugadores entrenan por la mañana como profesionales y estudian para prepararse en la escuela por la tarde. Algunos, también terminan su día en el gimnasio del club.

     Pehuen “Pepi” Valenzuela de 17 años y jugador de Gimnasia y Esgrima La Plata dice: “Es difícil si no te tienen en cuenta. A mí me pasó este año que en los primeros partidos no fui citado ni para ir al banco de suplentes y fue un golpe muy fuerte. Me quería ir a mi pueblo, mis viejos me dijeron que me quede y por suerte pude jugar de titular casi todo el torneo pero ahora quedan dos fechas y estoy esperando que se defina para saber si me quedo o regreso”.

     Según menciona Sebastian Turner, en muchos casos los padres dejan a sus hijos esperando que sean jugadores de fútbol exitosos, que lo único que les interesa es que los chicos jueguen el sábado, dejarlos en la puerta de la escuela y recibirlos 5 años después jugando como Messi. El Director del Colegio plantea que se perdió de vista la educación que brindaba la escuela de antaño en la que eran compañeros el hijo de un médico prestigioso y el de un obrero. Hoy, donde la educación y las ideas están divididas, el accionar de esta Institución no hace más que unirlos en su objetivo principal que es jugar al fútbol. Algunos adolescentes llegan desde un barrio contando que salvaron sus vidas por temas de inseguridad y otros viven en un barrio privado en situaciones disímiles.

     En el colegio ubicado en el mismo Country de City Bell donde entrenan jugadores de primera división y todas las inferiores, a los educandos no los une el estudio entonces se armó una escuela acorde a sus intereses y a los docentes para que puedan dar clases a alumnos de niveles educativos muy dispares. El rol social de la Institución es fundamental para estos chicos que, en caso de no ser considerados, pueden continuar sus estudios en el colegio, ser contenidos como adolescentes y acompañados en la minimización de los gastos diarios. Otro problema que debe afrontar la Comisión Directiva es que este accionar es deficitario y algunos socios del club juzgan a la educación como un gasto y no una inversión.

     El Colegio exclusivo para jugadores de fútbol de Estudiantes de La Plata inició en 2015. Juan Sebastián Verón asumió como Presidente del club a fines del 2014 y tomó la decisión de abrir un colegio exclusivo para futbolistas. En ese momento se reunió a todos los jugadores de las divisiones inferiores y se les informó que quien no estudiaba no jugaba y que era obligatorio para los chicos que empiezan el secundario o tienen estudios incompletos.

     Se les armó una rutina especial con entrenamiento desde las 8 de la mañana, almuerzo al mediodía y colegio por la tarde. Algunos chicos se quedan en el gimnasio. Dentro de la concepción del Presidente lo mejor que les puede pasar es que un chico que sale de la Escuela y no llegó a ser jugador profesional diga: “yo no fui jugador de fútbol pero Estudiantes me educó”. Este año egresará la quinta promoción del colegio con aproximadamente 200 diplomas entregados y en el plantel actual de primera concentra un chico de 16 años, Sarmiento, que sale de esta escuela.

     Como proyecto de corto plazo, Estudiantes de La Plata firmó un convenio con el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires con la conformación de un Instituto de Educación Terciaria que está apuntado a los deportistas de este club y se suma a la continuación del secundario. Desde la dirección del colegio entienden que será un desafío más difícil porque el secundario es obligatorio y el terciario no. La carrera será Administración de Empresas con orientación al Marketing Deportivo o a la Gestión Deportiva.

Enseñanza integral

     El caso del Colegio Estudiantes de La Plata exclusivo para jugadores de fútbol es único, no se hace ni en Argentina ni en el mundo. Hay que considerar que en Europa los clubes dan por sentado que los chicos estudian dado que el nivel socio-económico es otro, al menos en las ligas principales.

     Considerando la visión social que deben tener las instituciones, Juan Martín Tassi, profesor de educación física dice: “En Uruguay existe un programa de acompañamiento para el fútbol infantil y juvenil con un asesoramiento en el proceso de crecimiento del chico que incluye psicólogo y asistente social entre otros profesionales. Para el estado es una inversión mínima y los beneficios que puede alcanzar son grandísimos”.

     Las realidades de los clubes son diferentes porque algunos no tienen la posibilidad de brindar almuerzo o de tener una escuela que pueda acompañarlos. Hay otros casos en  los que no existe una relación cercana con la escuela o los padres y los chicos tienen demasiado tiempo libre sin la tutela o seguimiento de un mayor. El mencionado preparador físico dice que el adolescente debe estar tutoreado constantemente para una formación integral, que no sea únicamente futbolística.

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