No ficción. Crónicas
Mago de por vida
La paradójica frase surge en el perfil de la cuenta de Instagram de Leonardo Fernández, de 53 años, quién fue encontrado asesinado a puñaladas la noche del viernes en la vivienda ubicada en la calle 25 de mayo al 1147 del barrio de San Fernando. A su lado, se encontraba otro cuerpo ultimado a golpes y cuchilladas. Era el de Jessica Alberti Cigola, su novia de 25 años.
Aparentemente, el doble crimen habría sido cometido por dos hombres ya detenidos y uno tercero que permanece prófugo para robar casi 150 mil dólares que el hombre que trabajaba como mago de fiestas privadas guardaba en su casa del barrio porteño de Parque Patricios. “El hombre sufrió doble fractura de cráneo y la chica múltiples heridas punzantes de cuchillo en el cuello y golpes en el rostro” precisó un vocero policial.
Alex Ilusionista y su novia se encontraron 48 horas antes con dos hermanastros que conocían desde tiempo antes y se dirigieron a la casa de San Fernando según informaron fuentes policiales. Vecinos del lugar llamaron a la policía por escuchar ruidos en el departamento y un patrullero que se dirigió a la morada no detectó ninguna situación extraña y se retiró. Horas después, el jueves a la madrugada, efectivos de la Policía de la Ciudad que patrullaban la zona de Parque Patricios observaron que el portón del garaje de la casa situada en La Rioja al 1700 estaba abierto y una camioneta Ford EcoSport estaba dentro con las luces encendidas. Ante la situación los oficiales tocaron la sirena y del interior del inmueble salió un hombre con las manos en alto y les dijo que dos hermanos lo habían llevado hasta allí para vaciar la casa que resultó ser la del mago Fernández al igual que el vehículo.
Una fuente llegó a decir sobre el hecho: “se llevaron 150.000 dólares y aparentemente volvieron porque había más plata pero los hermanos huyeron ante la presencia policial”. El sospechoso identificado como Alexis Miguel Bonnet quedó detenido a disposición del Juez porteño Gustavo Pierretti, declaró y aportó datos sobre las personas que lo habían contratado para ir hasta allí a robar las pertenecías. Ante la orden de allanamientos dispuesta por el Juez, el viernes por la noche se hallaron los cadáveres de Fernández y Cigola en la casa de uno de los hermanastros, Rubén Andrés Grasso, ubicada en San Fernando. El otro sospechoso del crimen es su medio hermano Roberto Alegre quién aún continúa prófugo.
Bonnet, el hombre que permanecía dentro de la casa de Fernández al momento de llegar la policía que patrullaba la zona, quedó imputado en la causa que tramita el juez Pierretti por el robo en la casa del mago en la Capital Federal aunque aún no fue indagado por el fiscal de San Fernando por los crímenes.
Grasso, uno de los consanguíneos sospechados del doble crimen, fue detenido el último domingo en un hotel del partido de Quilmes con 200.000 pesos, drogas y el documento de identidad del mago Fernández e indagado por el fiscal de san Fernando Alejandro Musso por el delito de “doble homicidio doblemente calificado con concurso premeditado por dos o más personas y por criminis causa por facilitar y consumar un hecho grave precedente.
Gustavo Ruffo
El abrazo interminable
Sabían que era un partido duro, difícil. Aunque Amigos de Villa de Luro ganaban siempre, ellos, el Club Social Lynch se conocían desde hacía muchos años y eso les generaba cierta ventaja. Aunque también hay que considerar que “Amigos” salió a pre-calentar media hora antes de iniciarse el partido y al momento de empezar el encuentro ya habían cambiado el aire.
Por la mañana del miércoles Alejandro Rossi, el portero de Futsal de “Amigos”, se concientizaba del partido aunque las tareas habituales le cruzaban delante suyo. No les prestaba atención. Un mal resultado les provocaría el descenso y para todo Villa Luro era una deshonra. La mayoría, excepto Brian Nicotra el capitán de 26 años, eran jóvenes, inexpertos y recientemente incorporados. Más complejo aún, casi no se conocían.
El arquero se había juntado con otros jóvenes compañeros luego de unos mates en su casa y, escuchando música sin distraer la principal atención, esbozaron risas y sonrisas que los unió hasta llegar temprano a las tribunas del lugar donde se disputaba el encuentro: El Trovador de Vicente López frente a la estación zonal.
El partido previo era intrascendente o eso parecía para los ojos del portero de Villa Luro. “La mona Giménez” en los auriculares, otra sonrisas y varias risas los llevaron a un vestuario que los esperaba con las camisetas preparadas en los lugares asignados. Cuarteto y más cuarteto. Enrollados nervios y más nervios. Risitas tensas y más risitas.
Las tribunas estaban llenas de hinchas del adversario pero igual el profe los mandó a elongar, a mirar a los fervorosos ajenos que se expandían por las gradas, a estirar los músculos hasta que la respiración sienta que ya habían cambiado el aire. Marito, el asistente, acompañó cada paso de Sergio Leiva, el técnico que ya tenía en mente el equipo que iba a salir a la cancha considerando las dos bajas que preocupaban al equipo. En la maraña de pensamientos de su cabeza siempre regresaba la idea que no se podía descender.
La arenga terminó con: “Vamos Luro tenemos que dejar todo” después de la charla previa, posterior a recordar las salidas desde el fondo de 3 o la de 4-0 y hasta las de corte o la jugada cruzada que traería el segundo gol, el del empate. Alejandro Rossi, el veterano Brian Nicotra, Agustín Altamiranda, Ivan Menoni y Tomás Frades vestían las casacas del equipo titular. “Amigos” ya estaba listo y con una “avivada” del entrenador que los hizo salir tempranito a pre-calentar para empezar el partido con “el aire cambiado”. Así se obtuvo la ventaja del primer gol del capitán y más veterano de Villa Luro.
Pero no todo fue fácil porque ante una mala salida de la defensa los agarraron distraídos y llegó el empate de Lynch y en seguida el segundo cuando no tuvieron reacción. Los experimentados adversarios fueron al ataque que con un par de atajadas del portero Rossi no pudieron ampliar la ventaja. Fue así, gracias a un joven y elástico golero la diferencia no se extendió para que se pueda terminar el primer tiempo con un solo gol abajo. El marcador debió marcar una mayor superioridad.
El segundo tiempo inició igual que el término del primero. Un costado, el otro y hasta un remate a “quemarropa” mantuvieron la diferencia mínima que, con un descuelgue del guardameta como si tuviese tenazas en sus manos partió un contragolpe que el curtido delantero gritó gol luego del remate endiablado que perpetuó el doble regateo. La última lágrima emotiva llegó minutos después y poco antes que termine el partido del más joven de los players. Villa Luro mantuvo la categoría y el abrazo de los 5 protagonistas del Futsal más el cuerpo técnico más la fervorosa hinchada que ingresó al campo de juego más quienes se acercaron hasta el predio sin poder entrar más un millar de jubilosos lloros y relajos y más, cruzaron juntos la ciudad para el festejo unitario en la calle Ramón L. Falcón al 5.176 de Capital Federal.
Alejandro Rossi & Gustavo Ruffo