QuiQui. Sexo & Sexualidad
Últimas secuelas del Coronavirus en la sexualidad
Algunos podrían pensar que como el Coronavirus no está dentro de lo que llamamos Enfermedades de Transmisión Sexual entonces la sexualidad no debería verse afectada, pero esto es totalmente erróneo. Este virus se contagia por vía respiratoria y contacto ingresando a través de los ojos, la nariz o la boca.
El miedo nos invade a todos, y se nos presenta que debemos tomar un colectivo, ir a trabajar, ir a una reunión o cualquier situación donde nos encontremos con otros. Nos afecta la simple idea de pasar cerca de alguien infectado con este virus del cual sabemos mucho pero aun su implicancia en la humanidad está por verse ya que existen aspectos fundamentales de su evolución que desconocemos.
Que pasa entonces a la hora de la intimidad?
Los encuentros y los vínculos se vuelven amenzantes, acercarse a alguien, hablar, besarse o tener sexo. El encuentro puede provocar ansiedad o temor. Y claro, no alcanza con lavarse las manos o usar alcohol. El contacto produce preocupación, y la paranoia colectiva avanza más rápido que la información que recibimos de profesionales y de los medios de comunicación, porque la preocupación se asocia a emociones negativas que van en detrimento de toda información.
y aquella regla que dice que para disfrutar de un contacto erótico o sensual tenemos que estar libre de preocupaciones, entonces las cosas comienzan a complicarse. El miedo es el enemigo de la relajación necesaria para el disfrute.
La tranquilidad del encuentro dependerá de la confianza y la credibilidad de la pareja. En las parejas estables también preocupa el hecho de las actividades y los lugares que el otro visito. La idea es empezar a cambiar, los contactos sociales a las reuniones llevadas a cabo de manera responsable, los miedos por la prevención lógica y moderada.
También sabemos que el impulso sexual a veces no entiende de razones, y es aquí donde debemos detenernos a pensar pero somos cada uno de nosotros quienes debemos evaluar cómo hacer frente a esta situación y es ahora cuando debemos hacerlo y no cuando unos ojos cautivantes nos inviten a la sublime e hipnotizante danza de los placeres.
El sexo virtual vía sexting, audio, pantallas o cualquier medio tecnológico obviamente no contagia y es válido, Los especialistas ya lo escuchamos en el consultorio, los encuentros virtuales y las conquistas tardaran en llevarse a cabo. Un beso nos contagiará. El sexo oral, no. Pero sería totalmente erróneo pensar que una persona infectada que estornuda a cada minuto no tendrá virus, ya no en sus genitales sino en sus manos, su ropa y también a su alrededor. No hay manera de tener un encuentro sexual con una persona infectada sin que exista el riesgo de contagio. Todos hemos visto chistosos memes mostrando preservativos de cuerpo entero y otros adminículos retorcidos se han visto en estos días.
Seguro es que nadie disfrutará en esas condiciones y, el sexo y el erotismo, son cosas que deseamos transitar con encanto, disfrute y placer; y sentirnos seguros es parte de lo que nos permite liberarnos a la excitación que se necesita para un lindo encuentro. De aquí desprendo lo que vengo a plantear para estos tiempos difíciles entendiendo que se trata de algo transitorio y momentáneo que nos toca vivir. La epidemia ya llego al país y nuestra vida sexual no debe ni quiere detenerse, pero podemos apelar a uno de los aspectos de la sexualidad saludable y es que en general nos sentimos más a gusto y más atraídos por aquellas personas con quienes nos sentimos seguros, y parte de esta seguridad es que nos puedan cuidar.
Quienes nos quieren nos cuidan y cuidamos a quienes queremos. Lejos de hacer una apología del sexo amoroso o enamorado, planteo que quienes ejerzan su sexualidad fuera de acuerdos de exclusividad o quienes los transgreden, pueden, por el bien de todos, ser selectivos con sus eventuales parejas.
Así, si yo sospecho que puedo estar contagiado no iniciaré un encuentro, ni siquiera un acercamiento con alguien a quien yo quiero, bajo el riesgo de contagiarlo; puedo entonces, esperar lo mismo de las personas que me estiman. Sencillamente son tiempos de cuidarnos y de cuidarnos entre todos mientras soportamos el látigo de esta epidemia hasta que nuevamente podamos retomar o continuar nuestro ejercicio sexual del modo que más nos gusta.
Miguel Acosta
Médico Sexólogo
M.N.: 95.205
Hipertensión arterial y sexualidad
La Hipertensión Arterial es una enfermedad muy frecuente, crónica y de curso silencioso.
Los órganos que se afectan con mayor frecuencia y gravedad son el corazón, los riñones y el cerebro, no obstante todos los órganos sufren de este proceso y los órganos sexuales no son una excepción.
Al estar la presión aumentada, cada una de nuestras arterias está soportando una fuerza que poco a poco la va dañando pudiendo llegar a romperla y ese es el caso conocido cuando sucede en el cerebro del conocido ACV (accidente cerebro vascular) de tipo hemorrágico.
Con cada latido el corazón hace mas fuerza de lo esperado y es como tener al corazón en un gimnasio haciendo pesas todo el tiempo y las paredes del corazón también se deterioran y enferman.
Un proceso aun más silenciosos y grave es el daño del endotelio vascular, es decir que la superficie interna de cada uno de nuestros vasos sanguíneos, se va lastimando y eso hace que se vuelvan más duras y que se empiecen a tapar con colesterol en un proceso llamado ateromatosis.
Con todo esto es lógico pensar que así la sangre no puede circular libremente y si nuestros órganos no tienen buena llegada de sangre no pueden funcionar bien.
Esto es lo que sucede en los casos de Disfunción Eréctil de causa orgánica arterial, un proceso muy donde las arterias que llevan sangre al pene se van tapado lentamente. Cabe mencionar que si esto sucede, también todas las arterias del resto del cuerpo van sufriendo el mismo proceso, y que si no se detiene puede terminar en un infarto o en un ACV. Un sexólogo experimentado puede pesquisar esta situación y orientar a los pacientes para ser estudiados más ampliamente y evitar consecuencias.
Las mujeres que sufren HTA no están exentas de tener algún inconveniente. Además de lo relacionado a todo el organismo, los niveles elevados de presión arterial en la mujer no sólo dañan la pared interior de los vasos sanguíneos del clítoris y de la vagina, dando trastornos en la sensibilidad del placer y facilidad para la lubricación y la dilatación, sino que también interfieren con la liberación de neurotransmisores tanto localmente a nivel genital como a nivel cerebral que participan de la fase de excitación del acto sexual pudiendo agravar un proceso de falta de deseo o de anorgasmia.
La fase de excitación es uno de los pasos claves en el camino hacia el disfrute. Según una encuesta realizada a 400 mujeres en la ciudad de Buenos Aires, una de cada tres encuestadas manifestó que experimentaba alguna dificultad durante esa fase. La Hipertensión agrava todas estas situaciones.
Aquellos pacientes que se hallan bajo tratamiento para la presión alta no se encuentran liberados de sufrir alguna dificultad. Los medicamentos usados habitualmente para tratar esta dolencia suelen aparejar algún grado de interferencia tanto en el deseo como en el proceso de erección siendo los betabloqueantes los más reconocidos. No obstante aquellas personas que estén bajo tratamiento de un especialista en hipertensión, si atraviesan alguna dificultad de índole sexual, deben manifestársela para que su médico revea la medicación usada o decida realizar una consulta con un sexólogo.
Estudios recientes demostraron que el simple aumento de la presión arterial por encima de 140 mmHg (milímetros de mercurio) causa disfunción eréctil aun ante la falta de lesiones demostrables a través de un mecanismo que aun no ha sido del todo aclarado. Estos pacientes al corregir su
presión muestran claras mejorías en el logro de conseguir erecciones firmes.
Si entendemos que la presión arterial recomendable es menor o igual a 80mmHg para la mínima (presión arterial diastólica) y 120 mmHg para la máxima (presión arterial sistólica) vemos como un aumento que parece ser inocente en realidad trae grandes trastornos en la sexualidad.
Disminuir el consumo de sal, hacer ejercicio regularmente, evitar el estress, una dieta rica en fibras con abundantes frutas y verduras frescas son algunos de los cambios que debemos hacer además de consultar frecuentemente a nuestro medico. Y si alguna dificultad aparece en el íntimo mundo de la sexualidad no dudemos en consultar al sexólogo quien nos orientará profesionalmente.
Dr. Miguel Acosta
Médico sexólogo
M.N.: 95205
DIRECTOR DE CIS
www.cis.com.ar
Sexo y Sexualidad
Saliendo de la era del sildenafil
Los consultorios sexuales actuales reciben cada vez con mayor frecuencia jóvenes que quieren dejar el medicamento que antes tomaban de manera recreativa y ahora se sienten inseguros si no la toman. “En los últimos 5 años hubo un incremento importante de consultas espontáneas de pacientes que lo utilizaban de manera recreativa por sentirse inseguros, para recobrar su confianza y ahora lo quieren abandonar” contó la psicóloga y sexóloga Viviana Caruso miembro de la Asociación Argentina de Sexualidad Humana (S.A.S.H.).
El 70 % de las consultas sexuales en Argentina son varones y el 85% de las visitas a los consultorios especializados son de pacientes que tienen entre 19 y 45 años. Aunque el medicamento no significa una solución a las dificultades en la conquista y en la vida sexual de los jóvenes, las estadísticas indican que dos de cada diez jóvenes lo utilizan sin prescripción médica y tiene que ver con los miedos sexuales según muestra una encuesta realizada en más de 500 casos sin disfunción eréctil que concurrieron al Hospital Durand en el año 2018 según informó el nosocomio. No es casual que en la práctica clínica los casos de fobias sexuales están en aumento.
Las ventas abultadas del sildenafil se debieron a que lo usa más personas de las que realmente lo necesitan sin que les produzca alteración funcional u orgánica ni generar acostumbramiento. Casi 50 laboratorios producen el medicamento en diversas formas como pastillas, chicles y caramelos.
"Dos de cada diez jóvenes utilizan el Viagra sin prescripción médica y tiene que ver con los miedos sexuales "
En una encuesta a 20 mil personas en 2018, la consultora IMS Health Argentina detectó que el 58 % de los compradores eran varones de entre 15 y 50 años, edades en las que generalmente no se desarrolla la disfunción eréctil. Según la Confederación Farmacéutica Argentina en el mismo año se vendieron casi cuatro millones de unidades en farmacias además de las ventas en kioscos, hoteles alojamientos e internet que sumarían otros cuatro millones de unidades. Una suma que ha crecido exponencialmente considerando que en 2005 sólo se vendían 3 millones. El tadalafilo y el vardenafil fueron creados recientemente también para combatir los problemas de erección sin tener los mismos resultados comerciales.
Ante el avance de los casos de jóvenes que quieren abandonar el consumo del medicamento, el doctor Bechara, profesor de urología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y jefe de urología del Hospital expresa: “Argumentaron que lo consumían porque buscaban tener mayor rigidez, duración, frecuencia y retardo eyaculatorio; para sentirse más seguros o para evitar fallas”.
Ante esas consultas los especialistas recomiendan:
1) Mejor comunicación sin discriminación de género como delegar al padre si es hombre o a la madre si es mujer.
2) Bajar la presión que recae sobre los varones urgidos de tener sexo y cumplir con las reglas de la masculinidad.
3) Rechazar todo tipo de práctica de coacción como llevar al varón a debutar con una prostituta desconociendo que el ingreso a la virilidad no requiere de ningún rito de iniciación.
4) Evitar el intento de copiar modelos externos de conquista.
5) Buscar que el encuentro sexual sea una experiencia placentera. Para ello es fundamental crear un clima de confianza, distención sin apurarse.
6) Considerar que la penetración no debe ser el objetivo principal.
7) Para quienes tomaron el hábito de consumo de sildenafil des-sensibilizar paulatinamente su uso y entender que la sexualidad no es genitalidad sino erotismo, sensualidad e intimidad de a dos.
Sexo y Sexualidad
El Viagra y los jóvenes:
El citrato de sildenafil se lo había pensado como un medicamento para tratar la hipertensión y la angina de pecho pero en los ensayos con pacientes surgió un efecto inesperado: producía erecciones en los hombres. Entonces, el laboratorio Pfizer cambió el destino del fármaco para uso en el tratamiento de la disfunción eréctil en sujetos adultos diagnosticados con este trastorno y hoy el mayor consumo se genera en adolescentes.
De acuerdo a las palabras recibidas por los especialistas, el miedo actúa como un factor inhibitorio para muchos jóvenes que quieren pertenecer al mundo de los exitosos y aprender de la audacia y desinhibición de ellos. La idea del éxito y la dicotomía entre héroes y antihéroes es una constante en el pensamiento de los varones jóvenes. Además, las chicas han conseguido superar muchas de las taras que las convertían en pequeñas damas sumisas esperando la llegada del príncipe azul. Hoy día, ellas avanzan y los varones se retraen.
Aunque al medicamento también lo compran mujeres porque creen que les puede provocar mejores orgasmos, el mayor consumo de sildenafil se presta en jóvenes varones que buscan una buena performance basada en el mandato social de la masculinidad: conformar a la chica, regirse según nuestra cultura en la que el hombre siempre puede y debe “cumplir” con la mujer, lograr mayor continuidad en el acto sexual y más cantidad de orgasmos.
Conductas y consejos para abandonar el hábito del consumo;
La droga que se popularizó con el nombre comercial de Viagra por el laboratorio farmacéutico Pfizer, cambió el perfil del usuario para el que fue pensado en el momento de ser patentado en 1998 que eran hombres mayores de 65 años. Hoy, esos consumidores son minoría entre los compradores varones de todas las edades que creen que con la ayuda de “la pastillita azul” tienen éxito asegurado.
"La idea del éxito y la dicotomía entre héroes y antihéroes es una constante en el pensamiento de los varones jóvenes".
Una de las características esenciales de la personalidad es la singularidad, por lo tanto la respuesta sexual del comportamiento humano está dado por cada individuo. Al respecto, el Dr. Walter Ghedin define: ”Existen conductas que se generalizan como si fueran verdades, constituyendo mitos que tienen el valor de creencias incuestionables. A los hombres todavía les pesa el patrón cultural de defender la virilidad con todo lo que esta conlleva: la fuerza, el rendimiento, tomar la iniciativa, estar siempre preparado para el encuentro sexual, ser activo y complacer a la dama”. Los jóvenes, en sus primeras experiencias amorosas cargan con distintos problemas. El Psiquiatra y Sexólogo también expresó: “temores, baja estima, dudas sobre sus capacidades de cortejo, problemas con su imagen corporal, evaluación exagerada de los otros (“los demás tienen más recursos que yo”, “es imposible que esa chica me dé bola, etc.”)”.
Los profesionales de la salud sexual recomiendan que la droga sea indicada por un profesional médico. Los jóvenes expresan la urgencia de una sociedad que busca respuestas rápidas, eficaces y la continuidad de la demanda social de la virilidad. Según la psicóloga y sexóloga Viviana Caruso, cuando el joven que no tienenunca a tenido una disfunción sexual de origen funcional u orgánico desea dejar de tomarlo, se debe trabajar sobre qué es lo que lo llevo a tomarlo considerando que la respuesta sea la búsqueda de una buena performance.